SANTIAGO (Reuters) - Uno de los terremotos más poderosos de la historia sacudió a Chile en la madrugada del sábado, provocando al menos 214 muertos, demoliendo miles de viviendas, autopistas y hospitales y originando un tsunami que avanzaba por el Pacífico rumbo a Hawái.
El sismo, de magnitud 8,8 según el Servicio Geológico de Estados Unidos y con epicentro en el sur chileno, demolió edificios y puentes en Santiago, dejó una fábrica de químicos envuelta en llamas y cortó los servicios eléctrico y telefónico en gran parte de la capital.
"Estamos frente a un cataclismo de proporciones históricas", dijo el ministro del Interior chileno, Edmundo Pérez Yoma.
Al menos 214 personas murieron como consecuencia del sismo, informó Pérez Yoma en la tarde del sábado. Pero el número podría ser mayor, pues decenas de personas se encontraban desaparecidas y los reportes de daños en algunas provincias eran parciales.
La televisión chilena mostró imágenes de policías con perros buscando sobrevivientes entre los escombros en Concepción, una ciudad a 500 kilómetros al sur de Santiago duramente golpeada y donde se derrumbó un edificio de 15 pisos.
Una veintena de personas fueron rescatadas con vida de entre los restos de un edificio en Concepción donde, según informó TV Chile, aún se escuchaban gemidos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que su país estaba listo para ayudar a Chile y el mandatario electo de Chile, Sebastián Piñera, comunicó sus condolencias a los familiares de las víctimas, agregando que además de los muertos "tenemos muchos heridos".
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos fue el quinto mayor sismo del mundo desde 1900 y mucho más poderoso que uno que devastó la capital de Haití en enero dejando cientos de miles de muertos.
Las gubernamental Oficina Nacional de Emergencias dijo que recién en 72 horas las autoridades podrían tener una dimensión completa del impacto del terremoto.
En el convulsionado sur de Chile, casi tres centenares de presos escaparon de una cárcel tras el colapso de sus muros. Autoridades chilenas calcularon que medio millón de viviendas resultaron con daños severos por el sismo.
El terremoto generó un tsunami cuyas olas penetraron hasta 300 metros tierra adentro en la isla chilena de Juan Fernández -ubicada a unos 600 kilómetros de la costa y casi a la altura de Santiago-, arrasando con un poblado, provocando tres muertos y dejando 13 desaparecidos.
El tsunami amenazaba con llegar hasta la Isla de Pascua, según dijo la saliente presidenta Michelle Bachelet.
"Hay una enorme cantidad de daño que no sabemos su exacta dimensión, que está siendo evaluado", dijo la mandataria a periodistas.
Bachelet dijo que el tsunami provocó mareas de hasta tres metros.
El movimiento afectó también a las refinerías Aconcagua y Bío-Bío de la petrolera estatal ENAP, además de golpear a la estratégica industria minera.
Pero ENAP descartó un desabastecimiento de combustibles en el país a pesar de que algunas gasolineras permanecían cerradas y las filas de automóviles aumentaban.
Analistas han dicho que el movimiento geológico impactará negativamente en la economía del país, una de las más vibrantes de la región.
Bachelet declaró zonas de desastre a las regiones de Maule, Bío-Bío, O'Higgins, Araucanía, Valparaíso y Metropolitana, que concentran el 80 por ciento de la población del país.
"Yo veía como se caían los autos y no sabía que hacer. Estaba sólo acá", dijo Mario Riveros, guardia de seguridad de una planta industrial en Santiago, parado junto a un puente que se derrumbó. "Me daban ganas de llorar", agregó.
El movimiento también desató pánico en el popular balneario de Viña del Mar, situado sobre el Océano Pacífico.
Policías y bomberos recorrían las calles en distintas ciudades de Chile con patrullas y sirenas para verificar la magnitud de los daños y socorrer víctimas.
Una de las autopistas urbanas de Santiago, Vespucio Norte, quedó destruida, con bloques de estructura descalzados y autos dados vuelta y atrapados entre escombros.
"COMO EL FIN DEL MUNDO"
Luego de varias réplicas, la mayor de ellas de magnitud 6,9, el aeropuerto de la capital fue cerrado por tener la torre de control dañada, según el Gobierno. Un policía en el lugar dijo que la mitad de la terminal estaba destruida y el canal estatal TVN aseguró que podría estar cerrada por tres días.
Al menos tres hospitales en la capital habían colapsado y en la ciudad de Concepción -unos 500 kilómetros al sur de Santiago- el edificio del Gobierno local se derrumbó, según radios.
Aunque el sismo tuvo epicentro en el sur cerca de la localidad de Maule, 321 kilómetros al suroeste de Santiago y a 104 kilómetros de Talca -donde los locales comerciales de adobe se desplomaron pero no se reportaban víctimas-, el temblor se sintió hasta en la vecina Argentina.
"Fue como ver el fin del mundo" dijo Vicente Acuña, un comerciante de 76 años de Talca.
En Santiago y otras ciudades del país miles de personas salieron de sus casas y acampaban en las calles por temores a las réplicas. Un edificio se derrumbó por completo en el barrio capitalino de clase media Maipú.
TSUNAMI SE EXPANDE
Además de arrasar en Juan Fernández, el impacto del tsunami golpeó costas continentales en Iloca, donde no se reportaron víctimas de inmediato.
Pero había más zonas en peligro.
El Gobierno chileno ordenó evacuar algunas zonas de la Isla de Pascua, donde viven unas 4.000 personas y donde se esperaba que golpeara el tsunami.
"No se sintió el sismo, pero hay cambios en la marejada. Estamos evacuando a la gente hacia las tierras altas", dijo Luz Zasso, alcaldesa de la isla emblemática por sus moáis, estatuas de piedra monolítica características de Pascua.
Las primeras olas pequeñas del tsunami originado en Chile llegaron a las costas de la Polinesia francesa en el Pacífico, también bajo alerta.
Las autoridades estadounidenses advirtieron que las islas de Hawái corrían peligro y debían tomarse medidas urgentes, mientras sonaban las sirenas de alerta. Australia también emitió una alerta de tsunami. Ecuador, por su parte, evacuó las islas de Galápagos, aunque luego desactivó el alerta.
ALGUNAS MINAS AFECTADAS
El terremoto en Chile sacudió una zona donde hay grandes minas productoras de cobre pertenecientes al gigante estatal chileno Codelco y la minera global Anglo American, entre otras.
La mayor mina de cobre del mundo, Escondida, de BHP Billiton, funcionaba con normalidad, dijo el líder sindical Zeiso Mercado.
Pero las carreteras hacia la mina cuprífera Los Bronces, propiedad de Anglo American, estaban bloqueadas, según funcionarios de seguridad de la instalación. Las operaciones quedaron paralizadas en Los Bronces y El Soldado.
Un portavoz de Codelco dijo que se suspendió la producción en las minas El Teniente y Andina de Codelco por la falta de energía, pero que las minas no sufrieron daños graves.
El ministro de Minería de Chile aseguró que retomar la producción de las minas de Codelco podría demandar dos días.
Chile se encuentra ubicado sobre la intersección de dos placas geológicas que constituyen una de las mayores zonas sísmicas del mundo. El país sufrió el mayor terremoto de que se tengan registro en la década de 1960 con una magnitud de 9,6.
"Yo pensé 'esto es como Valdivia y hasta aquí llegamos'", dijo Hilda Hasbun, un ama de casa de 62 años.
(Reporte adicional de Ricardo Figueroa, Alvaro Tapia, Alejandro Lifschitz, Rodrigo Martínez, Ignacio Badal, Marion Giraldo, Alonso Soto y Alvaro Tapia, Jorge Otaola, Lucila Sigal, Hernán García y Juliana Castilla en Buenos Aires, Patricia Avila y Conrado Hornos en Montevideo, Todd Benson y Terry Wade en Sao Paulo, Anthony Boadle en Washington. Editado por Guido Nejamkis en Buenos Aires, Pablo Garibian en Ciudad de México y Esteban Israel en La Habana)